La estructura principal de la Catedral de Valencia se alzó entre los siglos XIII y XV, sobre la antigua mezquita mayor. Es principalmente de estilo gótico, sin embargo, su construcción se prolongó durante siglos, razón por la cual hay una mezcla de estilos artísticos que van desde el temprano románico, hasta el sutil renacimiento, el barroco recargado y el más contenido neoclasicismo que es la característica más relevante de la catedral de Valencia y que la convierte en una joya de la arquitectura universal. Las excavaciones en el adyacente Centro Arqueológico de la Almoina han desenterrado restos de la antigua catedral visigoda del siglo V, la cual, más tarde, pasó a ser mezquita. Hay constancia documental de que hasta décadas después de la conquista cristiana (1238) la mezquita-catedral permaneció en pie incluso con las sentencias alcoránicas en las paredes, hasta que finalmente el 22 de junio de 1262 fray Andreu d’Albalat resolvió derribarla y construir en su lugar una catedral, en correspondencia con los planos del arquitecto Arnau Vidal. Se empleó para levantarla material de las vecinas canteras de Burjasot y Godella, pero también de otros lugares más alejados como Benidorm y Jávea, de donde llegaron las piedras en barco.
Su planta es de cruz latina, consta de tres naves, crucero y un espectacular cimborrio de dos pisos con tracerías caladas. La sala capitular, destaca por su amplitud y cubierta con una bóveda de ocho puntas, en la que se encierra la reliquia del Santo Cáliz. Señalar la Puerta de los Apóstoles, puerta del primer tercio del siglo XIV donde a mediodía se reúnen todos los jueves no festivos los miembros del Tribunal de las Aguas. La otra es la Puerta del Palau, la más antigua de la catedral construida en estilo románico con elementos mudéjares. Por último cabe destacar la torre del Miquelete fechada en 1381 realizada por Andrés Juliá y Pedro Balaguer, torre de piedra formada por cuatro cuerpos, de planta octogonal de 51 metros de altura, en su interior alberga un cuerpo de campanas superpuestas. Su estructura se remata con una espadaña de piedra del siglo XVIII. La magnífica portada barroca realizada por Konrad Rudolf y los hermanos Vergara (Luis e Ignacio) es ricamente decorada y llena de dinamismo con una influencia de un rococó elegante propia del barroco levantino.
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